La vida es un camino para aprender, para potenciar las habilidades que permitirán construir tus sueños; en 20 años de transitar en el mundo de la música y la docencia he podido amalgamar y sistematizar un cumulo de conocimientos profesionales sobre la música y la guitarra. 

Reflexionar en cómo comprender el lenguaje musical y los diversos recursos técnicos que la guitarra porta, ha sido un camino de constancia y vinculación creativa, de relacionarme con el instrumento y con la sonoridad de mi entorno. 

Durante estos años de enseñar, investigar y ejecutar el instrumento he redescubierto el lenguaje musical, como necesidad primaria del ser humano, es el lenguaje lo que nos define cómo especie y determina nuestras formas de comportamiento. 

Este tiempo transcurrido y sistematizado me ha permitido construir una metodología de enseñanza que se desarrolla y profundiza en la Academia de Guitarra que he fundado. 

Esta institución se enfoca en la compresión sonora a través del lenguaje musical, tomando cómo centro los diversos recursos técnicos de la guitarra. 

EL desarrollo de la interpretación artística del instrumento se va construyendo paso a paso, desde un acompañamiento metodológico que tiene como objetivo potenciar las habilidades e inteligencias múltiples de cada estudiante. 

Una imagen referencial de este proceso es el Bosque y sus particularidades; cada árbol crece y se desarrolla en el espacio que le corresponde, para luego llenar ese espacio con sus formas, con la altura y anchura de sus ramas, de sus hojas y de su savia, es así como el Bosque es un conjunto total concebido desde lo diverso, desde lo individual que construye lo colectivo, así se gesta el ecosistema, y es así que lo sonoro que nos rodea se filtra creativamente para luego interpretar nuestro propio sonido o música.